27 oct 2008

TEH

Golpe, tras golpe, puñalada, tras puñalada, tras… Puntos suspensivos – Se detiene. El texto, el mundo, la gente…1, 2,3 nos detenemos. La gente sabe aplaudir, símbolo de felicidad dicen por ahí (También el presidente sabe aplaudir, ¿símbolo de?…) No me quejo, cada quien hace de su vida un tormento, gloria, arte, amor, odio, GUERRA, lo que sea. No golpeo aquel que me saca de quicio, desenreda mis ideas y a su vez las hace más difíciles.

(NO, jamás, no, nunca, no, no voy a golpearlos).

Catástrofe, E.U.A, Cuba, Polonia, México, Brasil, Hawái, Beirut, Irak, TODO EL MUNDO, este mundo, tu mundo, mí mundo, su mundo, nuestro mundo ENTERO, es una catástrofe, el cual yo amo y debe ser amado, pues en el estamos, en el crecemos, en el creemos ciegamente. Ciegamente caminamos, palpamos el camino, pisamos los sentidos, deshacemos cadenas para después armar obras, obras que van restaurando, apareciendo, emergiendo de la tierra como muertos que descienden de la misma tierra que pisamos. Después, aparece el arte, ojos del mundo inconsciente, consciente, consistente, enajenado, purgado, atolondrado como recién golpeado, nos hace reflexionar, entonces descubrimos que nuestro mundo está lleno de color eh ilusión, hambre de aprender, dé crear, de cambiar, marcar paredes, papeles, mentes. Respira la pintura ¿La ves? Luego las mentes, que no brillan, el dinero las atrapa, las consume y luego es cuando, cuando nuestras cabezas están en el total vacío, el arte también, así como la resonancia de una melodía que surge desde las entrañas de nuestra anatomía, el lugar donde nuestro cuerpo saborea la vida y la hace suya, se nos clava el contenido de esos trazos. Una pared se construye, se esfuma, vuelve, se siente, se llena de color esa pared, se pinta sobre ella una historia de años transcurridos, el sufrimiento y los cambios están en ellas, como si tuvieran voz se les escucha desde lejos, ese tronar, ese caer, ese derrumbe que se crea por un sistema, la pared nunca olvida. Sin embargo aun queda la piel bajo nuestros ojos, donde los recuerdos jamás serán borrados y formamos parte de esa pared con una historia detrás de otra y años y años viviendo oculto, no más!, no necesitar un poco de sensatez, no poder enseñar, no poder aprender, no poder comunicar y no despertar ninguna emoción o una contestación, no callar, solo hablar. Hay que hablar, por la pared, por el muro que se derrumba y fácil se remplaza, trabajar para el pueblo. Yo quiero, el quiere, todos queremos, pero nada hacemos.

¡HO! ¿Es que no respetamos ninguna forma de vida?

Photobucket
(www.myspace.com/colectivomadrono)